sábado, 24 de octubre de 2009

ARTE AL ALCANCE DE TODOS



En esta época, la reproductibilidad técnica de las obras de arte, según lo plantea Walter Benjamín, ha permitido que se banalice lo artístico y que se vuelva de fácil acceso para las personas; pero a su vez, también ha generado la pérdida de su significado puesto que se pierde de alguna manera el sentido principal de la obra junto con su autenticidad.

Mostrar la autenticidad de una pieza artística, se ha vuelto un tema de vital importancia cuando se habla de arte, debido a que en cada obra está impresa, en parte, la visión de cada artista. Las personas se han vuelto críticas respecto al mundo que las rodea y por lo tanto, es necesario promover una educación integral para que los niños puedan ver este universo de una manera sensata y siempre desde diversos conocimientos que argumenten diferentes visiones.

Desde mayo de 2004, Bogotá cuenta con un espacio nuevo y creativo, un lugar en donde los ciudadanos pueden acceder a obras de arte maravillosas; se trata del Museo de Arte del Banco de la República, el cual posee diversidad de piezas artísticas que se exhiben de manera permanente, además de algunas exposiciones que se realizan temporalmente.

Una de las exposiciones más visitadas y quizá una de las más importantes para nuestro país, es la exhibida en el Museo Botero, cuya sala de exposición se encuentra en el costado oriental del Museo de Arte. En el año 2000, el artista colombiano Fernando Botero, famoso por sus gordas, donó alrededor de 210 obras de arte con el propósito de ser accesible a todas las personas.

La exposición comprende 123 obras del maestro Botero, entre pintura, dibujo y escultura; además de 85 obras de artistas internacionales, representantes de los movimientos artísticos de finales del siglo XIX, tales como: Dalí, Miró, Giacometti, Delvaux, Picasso, entre otros. Una verdadera revolución artística que permite ver diferentes estilos, formas, colores, texturas y visiones.

Este museo brinda a los ciudadanos un espacio de confrontación de ideas y culturas, un lugar libre de prejuicios en donde la mirada crítica se vuelve esencial en el andar de las diferentes salas, distribuidas en dos pisos llenos de historia y de carga simbólica para los colombianos debido a su ubicación en el centro histórico de Bogotá, La Candelaria.

Sin límite de tiempo y con la posibilidad de tomar fotografías, el museo tiene una propuesta innovadora en donde aparte de ver arte la gente puede “adueñarse” del mismo; una herramienta que genera una nueva cultura en los ciudadanos, en donde el arte es de todos y para todos, pero que a su vez enseña que este debe ser tratado con responsabilidad y respeto.

Grupos de niños uniformados corriendo por los pasillos y dibujando la obra de arte que más les gusta, ciudadanos franceses tomando fotos a modo de souvenirs, ciudadanos ingleses deleitándose con el arte allí expuesto, estudiantes universitarios realizando trabajos. Atmósferas inimaginables, ideales para la comprensión y aceptación de la cultura, del otro. Un lugar que no se puede dejar sin visitar.

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