En esta época, la reproductibilidad técnica de las obras de arte, según lo plantea Walter Benjamín, ha permitido que se banalice lo artístico y que se vuelva de fácil acceso para las personas; pero a su vez, también ha generado la pérdida de su significado puesto que se pierde de alguna manera el sentido principal de la obra junto con su autenticidad.
Mostrar la autenticidad de una pieza artística, se ha vuelto un tema de vital importancia cuando se habla de arte, debido a que en cada obra está impresa, en parte, la visión de cada artista. Las personas se han vuelto críticas respecto al mundo que las rodea y por lo tanto, es necesario promover una educación integral para que los niños puedan ver este universo de una manera sensata y siempre desde diversos conocimientos que argumenten diferentes visiones.
Una de las exposiciones más visitadas y quizá una de las más importantes para nuestro país, es la exhibida en el Museo Botero, cuya sala de exposición se encuentra en el costado oriental del Museo de Arte. En el año 2000, el artista colombiano Fernando Botero, famoso por sus gordas, donó alrededor de 210 obras de arte con el propósito de ser accesible a todas las personas.
Grupos de niños uniformados corriendo por los pasillos y dibujando la obra de arte que más les gusta, ciudadanos franceses tomando fotos a modo de souvenirs, ciudadanos ingleses deleitándose con el arte allí expuesto, estudiantes universitarios realizando trabajos. Atmósferas inimaginables, ideales para la comprensión y aceptación de la cultura, del otro. Un lugar que no se puede dejar sin visitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario